Cargad: [Warhammer] El coleccionable de Altaya.- Saludos, Señores de la Guerra. Muchos “de la vieja escuela” recordaréis (probablemente con cariño)
que en septiembre del año 2000 salió un coleccionable de esos del
quiosco, a cargo de Altaya, sobre Warhammer. Creo que fue la primera vez que se vio un anuncio de Warhammer
por la televisión, por lo que para muchos fue la primera vez que oyeron
el nombre (y estoy convencido que para muchos fue la entrada a este
maravilloso mundo de nuestro hobby).
Antes de nada, espero que me perdonéis pero os voy a meter un “rollo”
sobre el mundillo de los coleccionables (ahora que estoy metido en el
tema XD). Para empezar, lo más curioso es que legalmente uno compra el
fascículo, y viene con regalos (llamados “gadgets” en la industria); no
al revés… aunque la mayoría de gente compra los coleccionables por los
gadgets. Sé que pensáis (y yo mismo lo hacía) que, viendo el precio al
que puedes comprarlo por separado, es un timo. Pero creedme, los
fascículos NO están para comprar el gadget y punto, sino porque se
quiere la colección.
Además, que no es el mismo precio. Pongamos un fascículo de 10€. De
esos 10€, entre 3€ y 4€ se los queda el tendero (quiosquero), y entre 2 y
3€ se lo queda papá Estado para hacernos felices a todos . Esto hace que de 10€, lo que se lleva la editora (en este caso Altaya)
se queda en algo entre 3 y 5€, de lo que hay que restar escritura del
fascículo (que esos fascículos los ha escrito alguien, los ha revisado
otro alguien, y los ha maquetado otro alguien), impresión del fascículo,
transportes varios, el coste de manipulación (meter en bolsa), gastos
estructurales (personal de limpieza o informática, electricidad)… Por lo
que en el fondo el gadget en sí suele costar (comprado a fábrica) cerca
de 1€. Sí, en algunos casos puede ser más (1,5€) pero a veces será
bastante menos. China es siempre la gran aliada de los coleccionables. Y
es que, si costase mucho más, el precio pagado por el gadget tendría
que repercutir directamente en el precio del fascículo… por lo que la
gente no lo compraría. Es por ello que os podéis ir olvidando de ver una
colección donde los “gadgets” cuesten (comprados a fabricante, no PVP)
mucho más de 1€ (no, por desgracia no creo que veamos un coleccionable
de Infinity ofreciendo piezas de metal, creo que salen a más de 1€).
Y sí, con los números 1 de cualquier colección, el márgen está súper
ajustado, de forma que se gana MUY poco con cada fascículo número 1
vendido (pero algo se gana SIEMPRE). Cuando se gana más es con las
suscripciones y el “factor enganche”, que la gente pique el anzuelo.
Para ello no basta con hacer gadgets que gusten; tienes que hacer una
colección que interese, que sea completa y que tenga algo que sólo
puedes conseguirlo ahí. Y todo eso, mostrar lo que la colección puede
hacer, tiene que estar condensado en el número 1.
Vale. Ya os he metido el rollo XD, pero ahora sabéis un poquito más
sobre el mundo de los coleccionables. En el caso que nos atañe, este
coleccionable de Warhammer de Altaya venía (como gadgets) con miniaturas de plástico Citadel,
algunas pinturas (o pinceles… ¡anda que no usé yo esos pinceles!),
dados… vamos, un poco de todo. Y sí, lo que venía (aparte del fascículo)
en cada número no solía costar más de 1€… comprado al mayor a Games Workshop.
El primer número si no recuerdo mal costaba 495 pesetas (unos 3€,
¿alguien puede verificarlo?), y además del fascículo venían cuatro
pinturas, un pincel, un par de dados, dos arqueros bretonianos y dos
Orcos (uno con arma de mano y uno con arco). Como podéis suponer, para
muchos esos 3€ eran muy tentadores para pillar dos, tres o cuatro
“números 1″. De hecho, por 18€ podías tener (además de 6 pinceles, dados
y bastante pintura “básica”) doce arqueros bretonianos y doce Orcos. Un
buen precio, teniendo en cuenta que la caja de 14 (¿14?) Guerreros
Orcos valía 3.200 pesetas (unos 20€), por lo que salías ganando
bastante. Sí, eran los orcos de Quinta… pero si estabas pensando en
empezar (o ampliar) un ejército pielverde, se trataba de un muy buen
precio si sólo pensabas en los gadgets.
El segundo número (ya a 995 pesetas, 6€) tenía, además del fascículo,
cuatro Arqueros Bretonianos más y ocho Goblins (cuatro arqueros y
cuatro lanceros). De nuevo “salía a cuenta”; con tres “número 2″ (18€)
tenían 24 goblins, y la caja de goblins “normal” tenía 20 goblins por
20€… y eso sin contar con los bretonianos. El tercer número empezaba con
las otras razas, y además de un botecito de pintura verde venía con
cuatro esqueletos. El cuarto traía un Caballero Bretoniano, y el quinto
cuatro Orcos Negros de plástico. Y a partir de ahí se iban alternando
los números con bretonianos y/o pielesverdes, con los números de “otras
razas”.
Si te hacías la colección completa (que creo que era de 40 números)
acababas con un ejército inicial bretoniano (26 arqueros y 12
Caballeros; si ya tenías la caja de Quinta era un interesante refuerzo…
aunque todo fueran básicas), un más que buen ejército pielverde (42
orcos, 42 goblins, 12 orcos negros y 2 fanáticos) y varias miniaturas de
los demás ejércitos de Warhammer. Todo miniaturas de plástico y todo de los ’90 (monopose salvo los Saurios y Caballeros del Reino). Sí, podéis deducir que Altaya compró a Games Workshop
esas miniaturas a 1€ más o menos… Como eran matrices cuyo coste fijo
estaba más que amortizado (y su coste variable era de mucho menos de 20
céntimos por matriz, y estoy incluyendo transporte y almacenaje) podéis
ver que incluso comprando a esos precios tan bajos Games Workshop tuvo beneficio. (Y sé que muchos pensáis, “joder, a 1€ yo le compraría docenas de matrices”…)
Pero lo más interesante no eran las miniaturas (te cagabas en todo el
fascículo en que te venían dos Enanos del Caos), sino los fascículos en
sí; la colección estaba bastante bien diseñada. Como suele ocurrir en
este tipo de colección, los fascículos se dividían en varias secciones:
razas (donde se explicaban las razas del mundo de Warhammer),
las reglas, hobby (pintura, modelismo, escenografía), escenarios (para
ir aprendiendo a jugar) y cómic (Malus Darkblade). Sinceramente, no sé
si se podría haber diseñado el coleccionable de alguna forma mejor… pero
creo que no.
El diseño del coleccionable (así como la escritura de los escenarios)
me comentó un colega (ex-polo rojo de la vieja tienda de Glòries) que
fue un encargo a un empleado de Games Workshop (no
recuerdo el nombre); le ofrecieron escribir la colección a cambio de una
cantidad de dinero. Tenía que diseñar, estructurar, dividir y crear los
fascículos. Lo siento, no recuerdo la cantidad, sé que en su día me
pareció bastante, pero ahora veo que para el curro que fue, tampoco era
para tirar cohetes (no sé si serían 6.000€, 10.000€ o 12.000…). Porque,
claro, Altaya pidió “licencia” a Games Workshop:
todo el material era de GW; de hecho las razas era prácticamente un
resumen de lo que había en el bestiario de 5ª. Esto es algo bastante
habitual en el mundo de los coleccionables si se refieren a algo que es
propiedad de otra empresa.
Y sí, he dicho Quinta. A mí, recuerdo que en su día me olió muy mal
que toda la colección estuviera diseñada para/por/según quinta edición. Y
es que el coleccionable salió en Septiembre del año 2000, el mismo mes
en que salió Sexta Edición… Llegué a malpensar, como todos supongo, que
había sido una jugarreta por parte de Games Workshop,
“sacamos la colección y que la gente pique y pille sexta luego; y de
paso nos sacamos de encima el stock de miniaturas monopose”. Pero, ahora
que estoy metido en el mundillo de los coleccionables, puedo deciros
que no fue así.
En las empresas que sacan coleccionables, desde que alguien en
marketing decide hacer un coleccionable hasta que sale a la venta pueden
pasar años (no, no sé si la idea salió de Altaya o de Games Workshop, pero normalmente suele salir de la editora). De hecho he visto prototipos de coleccionables de RBA que, si salen, saldrán a la venta en 2015 como muy pronto (y obviamente no diré nada, que quizá haya espías de Planeta leyendo ésto ). Por tanto, el coleccionable de Warhammer
probablemente empezó a diseñarse cuando salió Quinta Edición (allá por
1996), y contaría con las miniaturas de plástico que había entonces.
Pensad que tiene su lógica, las primeras cajas multicomponente (aparte
de la de esqueletos) son de finales de los ’90 (1998 si no recuerdo
mal). Dado que la estimación de compra de gadgets se hace en la
planificación de la colección, y ésta fue aún en quinta, NO, Altaya no compró “matrices viejas” a Games Workshop. Las miniaturas no fueron “las sobras” de Games Workshop sino que se compraron lo que había entonces… (“entonces” quiere decir “cuando se planificó la colección”).
La jugada salió muy, muy bien. Altaya aprovechó que Warhammer estaba (en España) en uno de sus momentos álgidos (por no hablar de su momento más álgido) y la colección vendió como churros; Games Workshop consiguió ganar dinero con las matrices (insistimos, Games Workshop,
como cualquier otro fabricante de “gadgets”, SIEMPRE gana dinero), y
encima consiguió enganchar a un montón de nuevos jugadores (que se
encontraron con que había una nueva edición y con miniaturas mucho más
chulas). He conocido a mucha gente que entró en Warhammer gracias a los fascículos, y creo que contribuyó a que en Sexta fuera cuando España pasó a ser casi “el país ejemplar” para Games Workshop.
De hecho salió tan, tan bien que Altaya hizo una
reedición de la colección (en 2002 si no recuerdo mal). Aunque más que
“reedición” debería llamarlo “reimpresión”, pues era exactamente igual
(lo que me hace pensar que los moldes de aquellas matrices de plástico
deben estar aún en Games Workshop), y ahí sí que olía mal eso de reglas de Quinta cuando Sexta llevaban un par de años en danza.
No sé si influyó para que se sacara en UK una colección del Señor de los Anillos, que en España fue publicada por Planeta DeAgostini (quienes tienen a Altaya
por cierto) una colección (creo que en 2004), alternando con algunas
piezas de metal, pero ahí tanto los gadgets como las fotografías eran
más caras (coste de licencias y tal), por lo que en muchos casos “no
salía tan bien de precio” (para quien quería gadgets) como la colección
de Warhammer. La colección funcionó especialmente bien en UK, ampliándose dos veces. En el foro La Guerra del Anillo tenéis un post excelente con todo el contenido de la colección.
Y sí, sabiendo que había matrices pequeñas de Marines y Genestealers, podrían haber hecho lo mismo con Warhammer 40.000… ¿por qué no se hizo? No lo sé. En España “tiraba” más Warhammer que 40k por aquél entonces, supongo que cuando se plantearon el cambio ya había pasado el “año del cambio” en Games Workshop (hablaré de esto muy pronto).
Supongo que la pregunta que tenéis todos en mente es si se podría
hacer algo así hoy en día. Mi respuesta es que creo que no. Primera, por
el tema gadgets. La colección de Warhammer se basaba
en unas matrices de plástico pequeñas, muy baratas de producir, encima
se trataba de matrices “antiguas”, con coste fijo (escultor, fabricación
del molde) ya amortizado, y que se vendían a precio muy bajo en las
tiendas (otro día hablaré de esto). Es la parte buena de las miniaturas
viejas monopose: son todas iguales, pero son MUY baratas de producir. Lo
que Games Workshop hace hoy en día son otro tipo de
miniaturas: muchísimo más detalladas y muy poco lineales, pero eso
implica hacer varias matrices y despiezar estilo puzzle. No puedes
vender una matriz de la caja sin las otras. Y este “nuevo estilo” de
miniaturas NO es compatible con un “troceo” para coleccionables. “Dentro
de 3 entregas podrás montar diez esqueletos”… no, no lo veo. Además no
sé a qué precio podría vender Games Wokshop esas
miniaturas a un posible reeditor. Una matriz pequeñita (un personaje)
vale entre 12 y 25€ hoy en día, ¿acaso permitirían que hubiera dos de
esas matrices a 9.95€? Segunda, tampoco sé si están muy interesados en
ello, ha habido muchísimos cambios internos en Games Workshop
en estos últimos 15 años y ahora parece que apuestan por otro tipo de
enfoque más que “vamos a intentar enganchar a la gente con
coleccionables”.
Lo que sí sé es que ese coleccionable guarda un agradable rincón en
el corazón de muchos warhammeros y que fue una entrada maravillosa a
este mundillo para muchos.Cargad: [Warhammer] El coleccionable de Altaya.- Saludos, Señores de la Guerra. Muchos “de la vieja escuela” recordaréis (probablemente con cariño)
que en septiembre del año 2000 salió un coleccionable de esos del
quiosco, a cargo de Altaya, sobre Warhammer. Creo que fue la primera vez que se vio un anuncio de Warhammer
por la televisión, por lo que para muchos fue la primera vez que oyeron
el nombre (y estoy convencido que para muchos fue la entrada a este
maravilloso mundo de nuestro hobby).
Antes de nada, espero que me perdonéis pero os voy a meter un “rollo”
sobre el mundillo de los coleccionables (ahora que estoy metido en el
tema XD). Para empezar, lo más curioso es que legalmente uno compra el
fascículo, y viene con regalos (llamados “gadgets” en la industria); no
al revés… aunque la mayoría de gente compra los coleccionables por los
gadgets. Sé que pensáis (y yo mismo lo hacía) que, viendo el precio al
que puedes comprarlo por separado, es un timo. Pero creedme, los
fascículos NO están para comprar el gadget y punto, sino porque se
quiere la colección.
Además, que no es el mismo precio. Pongamos un fascículo de 10€. De
esos 10€, entre 3€ y 4€ se los queda el tendero (quiosquero), y entre 2 y
3€ se lo queda papá Estado para hacernos felices a todos . Esto hace que de 10€, lo que se lleva la editora (en este caso Altaya)
se queda en algo entre 3 y 5€, de lo que hay que restar escritura del
fascículo (que esos fascículos los ha escrito alguien, los ha revisado
otro alguien, y los ha maquetado otro alguien), impresión del fascículo,
transportes varios, el coste de manipulación (meter en bolsa), gastos
estructurales (personal de limpieza o informática, electricidad)… Por lo
que en el fondo el gadget en sí suele costar (comprado a fábrica) cerca
de 1€. Sí, en algunos casos puede ser más (1,5€) pero a veces será
bastante menos. China es siempre la gran aliada de los coleccionables. Y
es que, si costase mucho más, el precio pagado por el gadget tendría
que repercutir directamente en el precio del fascículo… por lo que la
gente no lo compraría. Es por ello que os podéis ir olvidando de ver una
colección donde los “gadgets” cuesten (comprados a fabricante, no PVP)
mucho más de 1€ (no, por desgracia no creo que veamos un coleccionable
de Infinity ofreciendo piezas de metal, creo que salen a más de 1€).
Y sí, con los números 1 de cualquier colección, el márgen está súper
ajustado, de forma que se gana MUY poco con cada fascículo número 1
vendido (pero algo se gana SIEMPRE). Cuando se gana más es con las
suscripciones y el “factor enganche”, que la gente pique el anzuelo.
Para ello no basta con hacer gadgets que gusten; tienes que hacer una
colección que interese, que sea completa y que tenga algo que sólo
puedes conseguirlo ahí. Y todo eso, mostrar lo que la colección puede
hacer, tiene que estar condensado en el número 1.
Vale. Ya os he metido el rollo XD, pero ahora sabéis un poquito más
sobre el mundo de los coleccionables. En el caso que nos atañe, este
coleccionable de Warhammer de Altaya venía (como gadgets) con miniaturas de plástico Citadel,
algunas pinturas (o pinceles… ¡anda que no usé yo esos pinceles!),
dados… vamos, un poco de todo. Y sí, lo que venía (aparte del fascículo)
en cada número no solía costar más de 1€… comprado al mayor a Games Workshop.
El primer número si no recuerdo mal costaba 495 pesetas (unos 3€,
¿alguien puede verificarlo?), y además del fascículo venían cuatro
pinturas, un pincel, un par de dados, dos arqueros bretonianos y dos
Orcos (uno con arma de mano y uno con arco). Como podéis suponer, para
muchos esos 3€ eran muy tentadores para pillar dos, tres o cuatro
“números 1″. De hecho, por 18€ podías tener (además de 6 pinceles, dados
y bastante pintura “básica”) doce arqueros bretonianos y doce Orcos. Un
buen precio, teniendo en cuenta que la caja de 14 (¿14?) Guerreros
Orcos valía 3.200 pesetas (unos 20€), por lo que salías ganando
bastante. Sí, eran los orcos de Quinta… pero si estabas pensando en
empezar (o ampliar) un ejército pielverde, se trataba de un muy buen
precio si sólo pensabas en los gadgets.
El segundo número (ya a 995 pesetas, 6€) tenía, además del fascículo,
cuatro Arqueros Bretonianos más y ocho Goblins (cuatro arqueros y
cuatro lanceros). De nuevo “salía a cuenta”; con tres “número 2″ (18€)
tenían 24 goblins, y la caja de goblins “normal” tenía 20 goblins por
20€… y eso sin contar con los bretonianos. El tercer número empezaba con
las otras razas, y además de un botecito de pintura verde venía con
cuatro esqueletos. El cuarto traía un Caballero Bretoniano, y el quinto
cuatro Orcos Negros de plástico. Y a partir de ahí se iban alternando
los números con bretonianos y/o pielesverdes, con los números de “otras
razas”.
Si te hacías la colección completa (que creo que era de 40 números)
acababas con un ejército inicial bretoniano (26 arqueros y 12
Caballeros; si ya tenías la caja de Quinta era un interesante refuerzo…
aunque todo fueran básicas), un más que buen ejército pielverde (42
orcos, 42 goblins, 12 orcos negros y 2 fanáticos) y varias miniaturas de
los demás ejércitos de Warhammer. Todo miniaturas de plástico y todo de los ’90 (monopose salvo los Saurios y Caballeros del Reino). Sí, podéis deducir que Altaya compró a Games Workshop
esas miniaturas a 1€ más o menos… Como eran matrices cuyo coste fijo
estaba más que amortizado (y su coste variable era de mucho menos de 20
céntimos por matriz, y estoy incluyendo transporte y almacenaje) podéis
ver que incluso comprando a esos precios tan bajos Games Workshop tuvo beneficio. (Y sé que muchos pensáis, “joder, a 1€ yo le compraría docenas de matrices”…)
Pero lo más interesante no eran las miniaturas (te cagabas en todo el
fascículo en que te venían dos Enanos del Caos), sino los fascículos en
sí; la colección estaba bastante bien diseñada. Como suele ocurrir en
este tipo de colección, los fascículos se dividían en varias secciones:
razas (donde se explicaban las razas del mundo de Warhammer),
las reglas, hobby (pintura, modelismo, escenografía), escenarios (para
ir aprendiendo a jugar) y cómic (Malus Darkblade). Sinceramente, no sé
si se podría haber diseñado el coleccionable de alguna forma mejor… pero
creo que no.
El diseño del coleccionable (así como la escritura de los escenarios)
me comentó un colega (ex-polo rojo de la vieja tienda de Glòries) que
fue un encargo a un empleado de Games Workshop (no
recuerdo el nombre); le ofrecieron escribir la colección a cambio de una
cantidad de dinero. Tenía que diseñar, estructurar, dividir y crear los
fascículos. Lo siento, no recuerdo la cantidad, sé que en su día me
pareció bastante, pero ahora veo que para el curro que fue, tampoco era
para tirar cohetes (no sé si serían 6.000€, 10.000€ o 12.000…). Porque,
claro, Altaya pidió “licencia” a Games Workshop:
todo el material era de GW; de hecho las razas era prácticamente un
resumen de lo que había en el bestiario de 5ª. Esto es algo bastante
habitual en el mundo de los coleccionables si se refieren a algo que es
propiedad de otra empresa.
Y sí, he dicho Quinta. A mí, recuerdo que en su día me olió muy mal
que toda la colección estuviera diseñada para/por/según quinta edición. Y
es que el coleccionable salió en Septiembre del año 2000, el mismo mes
en que salió Sexta Edición… Llegué a malpensar, como todos supongo, que
había sido una jugarreta por parte de Games Workshop,
“sacamos la colección y que la gente pique y pille sexta luego; y de
paso nos sacamos de encima el stock de miniaturas monopose”. Pero, ahora
que estoy metido en el mundillo de los coleccionables, puedo deciros
que no fue así.
En las empresas que sacan coleccionables, desde que alguien en
marketing decide hacer un coleccionable hasta que sale a la venta pueden
pasar años (no, no sé si la idea salió de Altaya o de Games Workshop, pero normalmente suele salir de la editora). De hecho he visto prototipos de coleccionables de RBA que, si salen, saldrán a la venta en 2015 como muy pronto (y obviamente no diré nada, que quizá haya espías de Planeta leyendo ésto ). Por tanto, el coleccionable de Warhammer
probablemente empezó a diseñarse cuando salió Quinta Edición (allá por
1996), y contaría con las miniaturas de plástico que había entonces.
Pensad que tiene su lógica, las primeras cajas multicomponente (aparte
de la de esqueletos) son de finales de los ’90 (1998 si no recuerdo
mal). Dado que la estimación de compra de gadgets se hace en la
planificación de la colección, y ésta fue aún en quinta, NO, Altaya no compró “matrices viejas” a Games Workshop. Las miniaturas no fueron “las sobras” de Games Workshop sino que se compraron lo que había entonces… (“entonces” quiere decir “cuando se planificó la colección”).
La jugada salió muy, muy bien. Altaya aprovechó que Warhammer estaba (en España) en uno de sus momentos álgidos (por no hablar de su momento más álgido) y la colección vendió como churros; Games Workshop consiguió ganar dinero con las matrices (insistimos, Games Workshop,
como cualquier otro fabricante de “gadgets”, SIEMPRE gana dinero), y
encima consiguió enganchar a un montón de nuevos jugadores (que se
encontraron con que había una nueva edición y con miniaturas mucho más
chulas). He conocido a mucha gente que entró en Warhammer gracias a los fascículos, y creo que contribuyó a que en Sexta fuera cuando España pasó a ser casi “el país ejemplar” para Games Workshop.
De hecho salió tan, tan bien que Altaya hizo una
reedición de la colección (en 2002 si no recuerdo mal). Aunque más que
“reedición” debería llamarlo “reimpresión”, pues era exactamente igual
(lo que me hace pensar que los moldes de aquellas matrices de plástico
deben estar aún en Games Workshop), y ahí sí que olía mal eso de reglas de Quinta cuando Sexta llevaban un par de años en danza.
No sé si influyó para que se sacara en UK una colección del Señor de los Anillos, que en España fue publicada por Planeta DeAgostini (quienes tienen a Altaya
por cierto) una colección (creo que en 2004), alternando con algunas
piezas de metal, pero ahí tanto los gadgets como las fotografías eran
más caras (coste de licencias y tal), por lo que en muchos casos “no
salía tan bien de precio” (para quien quería gadgets) como la colección
de Warhammer. La colección funcionó especialmente bien en UK, ampliándose dos veces. En el foro La Guerra del Anillo tenéis un post excelente con todo el contenido de la colección.
Y sí, sabiendo que había matrices pequeñas de Marines y Genestealers, podrían haber hecho lo mismo con Warhammer 40.000… ¿por qué no se hizo? No lo sé. En España “tiraba” más Warhammer que 40k por aquél entonces, supongo que cuando se plantearon el cambio ya había pasado el “año del cambio” en Games Workshop (hablaré de esto muy pronto).
Supongo que la pregunta que tenéis todos en mente es si se podría
hacer algo así hoy en día. Mi respuesta es que creo que no. Primera, por
el tema gadgets. La colección de Warhammer se basaba
en unas matrices de plástico pequeñas, muy baratas de producir, encima
se trataba de matrices “antiguas”, con coste fijo (escultor, fabricación
del molde) ya amortizado, y que se vendían a precio muy bajo en las
tiendas (otro día hablaré de esto). Es la parte buena de las miniaturas
viejas monopose: son todas iguales, pero son MUY baratas de producir. Lo
que Games Workshop hace hoy en día son otro tipo de
miniaturas: muchísimo más detalladas y muy poco lineales, pero eso
implica hacer varias matrices y despiezar estilo puzzle. No puedes
vender una matriz de la caja sin las otras. Y este “nuevo estilo” de
miniaturas NO es compatible con un “troceo” para coleccionables. “Dentro
de 3 entregas podrás montar diez esqueletos”… no, no lo veo. Además no
sé a qué precio podría vender Games Wokshop esas
miniaturas a un posible reeditor. Una matriz pequeñita (un personaje)
vale entre 12 y 25€ hoy en día, ¿acaso permitirían que hubiera dos de
esas matrices a 9.95€? Segunda, tampoco sé si están muy interesados en
ello, ha habido muchísimos cambios internos en Games Workshop
en estos últimos 15 años y ahora parece que apuestan por otro tipo de
enfoque más que “vamos a intentar enganchar a la gente con
coleccionables”.
Lo que sí sé es que ese coleccionable guarda un agradable rincón en
el corazón de muchos warhammeros y que fue una entrada maravillosa a
este mundillo para muchos.
Showcase: Stahly’s own Aeldari miniature (inc. painting guides)
-
Together with sculptor Elfhead, I've turned a dream into reality: my very
own miniature. The small bust depicts my avatar, myself wearing my
YouTube-famo...
Hace 1 día
No hay comentarios:
Publicar un comentario